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Nacido
en Jaca (Huesca) en 1956, ahora vivo en Valladolid (centro-norte
de España, a 2 horas de Madrid), una ciudad medieval, conocida
por su universidad, y por haber sido sede de los Reyes Católicos
Fernando e Isabel, y el hogar de Cristóbal Colón y
Miguel de Cervantes. Soy licenciado en Tecnología de la Información
(Informática), y durante muchos años he trabajado
para empresas tan conocidas como Telefónica y Mc Donnell
Douglas, en gestión de proyectos para toda España
y para otros países de la UE. En la actualidad soy responsable
de desarrollo de sistemas de TI para los servicios de emergencias
sanitarias en toda Castilla y León (la comunidad autónoma
más grande de Europa). |
Mi aficción por los modelos embotellados tiene su origen
en mis días en Madrid, cuando era soltero. Solo, en la gran
ciudad, me aficcioné al modelismo naval para pasar esos largos
ratos de ocio. Por supuesto, los solteros que vivimos solos no somos
precisamente conocidos por nuestra habilidad de limpieza, y desgraciadamente
los modelos navales atraen el polvo como un imán, así
que es necesario limpiarlos continuamente. Es entonces cuando empezó
a tener sentido introducir los modelos en botellas, y así
¡no había necesidad de quitar el polvo una y otra vez!.
En una exposición de modelismo que se celebraba en un gran
centro comercial de Madrid, vi por primera vez una de las obras
maestras de Juan Rodríguez del Barrio. Cuando miraba los
barcos en botella a escala de Juan, estaba tan emocionado, que en
mi afán de conseguir una visión más cercana,
me tropecé con la barrera y casi doy con el modelo en el
suelo. Desde ese día he sido un gran amigo de Juan. Todavía
hoy dice que era pura envidia y que lo yo quería era destruir
su modelo.
Produzco mis propios dibujos en el ordenador, utilizando el programa
AUTOCAD. Todo a una escala de detalle exigente, pero, por desgracia,
cuando los dibujos se reducen escalas pequeñas, los modelos
no pierden el detalle fino, porque los materiales simplemente no
lo permiten. Sin embargo, nada se deja al azar, antes de comenzar
un modelo, hago una serie de simulaciones con el ordenador, para
asegurar que los componentes detallados pasen cómodamente
a través del cuello de la botella y para que ocupen el máximo
espacio posible dentro de la botella. Eso le dará al modelo
gran vistosidad y algo más de complejidad. Todos mis modelos
son piezas únicas, cada una es un reto en sí mismo,
ya sea un modelo a escala en miniatura con un detalle preciso, o
modelos de botellas con largos cuellos y tapones imposibles, o miniaturas
pequeñas en botellas con un diámetro interior del
cuello de 7 mm e incluso menos. Mis modelos son tan diversos como
el tipo y tamaño de la botella que utilizo.
También pratico la inclusión en botella de otros artículos,
como una moto Vespa, un diorama del submarino Nautilus del capitán
Nemo con su calamar gigante, un belén en una bombilla, etc... |